.
Descubro que puedo leerte y automáticamente pierdo todo autocontrol. Sé que me va a doler y aún así, lo hago.
Me da miedo. Un día me voy a asomar a esa ventana que dejas abierta a tu persona y no me va a gustar lo que encuentre. Una palabra, otro nombre, un adjetivo, sustantivo, verbo, dirigido a otra persona. Una afirmación de que la vida efectivamente continuó.
.
Pasa el tiempo y aunque intente cortar este hilo que nos une, solo logro afinarlo, o perderlo de vista, pero en el fondo, está ahí.
.
Hoy intenté meditar con la ventana del balcón abierta, no me animo a las duchas frias pero pensaba que quizás el viento y el descenso de la temperatura me ayudaban a concentrarme. No funcionó.
.
Me gusta saberte mejor, con vos mismo, con lo que te rodea, más armado, con proyectos, con nuevas y viejas inquietudes. Pero leerte es saber de tu vida ahora, de una vida de la que ya no formo más parte, solo en forma de ausencia. Y eso me hace mierda.
.
Voy a hacer lo posible por mantenerme al margen de tu vida privada, para seguir respetando este espacio que ambos necesitamos para duelarnos y estar mejor. Sino todo esto, todo este tiempo y esfuerzo, es en vano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario