domingo, 12 de octubre de 2025

María la paz

Un paso pa lante, dos pasos pa tras.
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Descubro que puedo leerte y automáticamente pierdo todo autocontrol. Sé que me va a doler y aún así, lo hago. 
Me da miedo. Un día me voy a asomar a esa ventana que dejas abierta a tu persona y no me va a gustar lo que encuentre. Una palabra, otro nombre, un adjetivo, sustantivo, verbo, dirigido a otra persona. Una afirmación de que la vida efectivamente continuó.
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Pasa el tiempo y aunque intente cortar este hilo que nos une, solo logro afinarlo, o perderlo de vista, pero en el fondo, está ahí.
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Hoy intenté meditar con la ventana del balcón abierta, no me animo a las duchas frias pero pensaba que quizás el viento y el descenso de la temperatura me ayudaban a concentrarme. No funcionó.
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Me gusta saberte mejor, con vos mismo, con lo que te rodea, más armado, con proyectos, con nuevas y viejas inquietudes. Pero leerte es saber de tu vida ahora, de una vida de la que ya no formo más parte, solo en forma de ausencia. Y eso me hace mierda.
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Voy a hacer lo posible por mantenerme al margen de tu vida privada, para seguir respetando este espacio que ambos necesitamos para duelarnos y estar mejor. Sino todo esto, todo este tiempo y esfuerzo, es en vano.

lunes, 29 de septiembre de 2025

Primavera

"El olfato evoca recuerdos más rápido que otros sentidos debido a su conexión directa con el sistema límbico del cerebro, que incluye la amígdala y el hipocampo, las áreas responsables de las emociones y la memoria. A diferencia de la vista o el oído, la información olfativa no pasa por el tálamo. Esta ruta neuronal más corta hace que los recuerdos desencadenados por olores sean más intensos, emocionales y rápidos."
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Volvía en bici, distraída y el aroma dulce de los paraísos en flor, algún cítrico florecido emanando aroma a azahar y jazmines, impregnaron el aire. Acto seguido me encontré llorando con tu recuerdo atravesado en la garganta.
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En mi memoria esa mezcla de aromas quedó asociada a nuestro reencuentro. Septiembre huele a volverse a permitir el amor, a deseo y disfrute. A calorcito, a una camisa con los primeros botones sueltos, a pedalear en pollera y agarrados de la mano. Huele a tu sonrisa, a tu cuerpo, a hundirme en tu espalda al dormir, a entrelazar las extremidades hasta posiciones imposibles. Huele a primeras veces, a todo en potencia, a condicional futuro.
La primavera me hace recordarte, recordar lo que sentía cuando te volví a encontrar. Es dulce y triste, todo al mismo tiempo.
Me pesan los ojos.
vuelco la taza de té sobre una gata y la computadora.
Miro el celular como quien abre una alacena buscando algo para calmar un hambre que en realidad no tiene.
Me pesan los ojos.
Tengo sueño, pero es más que eso.
Cuanto tiempo tarda en borrarse las marcas de una ausencia? Las palabras adquiridas, los objetos incorporados, regalados, apropiados. Vuelve esta frase de García Marquez: "los amputados sienten dolores, calambres, cosquillas, en la pierna que ya no tienen. Así se sentía ella sin él, sintiéndolo estar donde ya no estaba."
Me pesan los ojos.
Qué traicionera la memoria, los recuerdos buscan siempre traerme flashes donde la felicidad no tenía corset ni límite. No todo era así. No todo era así. Me lo repito como un mantra, hasta obligarme a recordar, hasta volver a creerlo cierto, hasta convencerme de que solo con el amor no alcanzaba. Que probamos, y no alcanzaba.
Tampoco era todo malo.
Qué karma esta dualidad geminiana con la que tengo que convivir.
Me pesan los ojos y no sé si estoy dejando pasar el tiempo o intentando hacer un duelo.

martes, 8 de julio de 2025

Cerro Lopez

 


Tengo 4 años, estamos en Bariloche con mi familia.
Ese día subimos al cerro lopez caminando, mi papa aclara que fueron 12 kms de ida y 12 de vuelta. Sospecho que esos números no están correctos, pero me gusta que aún sabiendo ese dato se hayan mandado a hacerlo a pie con un nene de 6 y una de 4.
En el video no lo dice pero recuerdo que dejamos una bolsa con cerezas atrapada con una piedra en el arroyo lopez, al inicio de la caminata, y cuando bajamos las fuimos comiendo en el auto. Un auto hecho pelota, antiquisimo. Un auto sin cinturones de seguridad, ni aire acondicionado, ni tanto chiche como hay ahora. La camara de filmar, la lancha y el auto son objetos que marcaron mi infancia y si pienso en mi viejo, lo pienso comandando alguno de esos tres objetos.
Se pasó infinitas horas detrás del lente, registrando nimiedades cotidianas (una medalla que le dieron a mi hermano en primer grado, mi mamá cocinando canelones), las miles de vacaciones y escapadas, como así también reuniones familiares que me vuelven a traer la voz de mis abuelos y me destruyen de felicidad y nostalgia. Mi abuela Fefa cantando en gallego el fin de año del 2000, mi abuelo Carlos antes del Alzheimer, la abuela Nelia con su risa estruendosa y el abuelo Osvaldo contando alguna de sus miles de anecdotas.
Quizás de ahi me venga lo de documentar. La necesidad de trascender lo que la memoria alcanza o elige conservar.
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Mi papá me pregunta si me gustó subir la montaña, y yo respondo que sí mientras sonrío y demuestro un exceso de energía para mi edad y el esfuerzo que me debe haber llevado.
Qué suerte por las veces que mis viejos no fueron tan conscientes. Por las trepadas a los árboles, los nados en los ríos y el mar bravo, los paseos en el capot o el baúl del auto, los "vayan a investigar". Fui excesivamente sobreprotegida, en especial por ser la menor y mujer, pero también muy afortunada de haber sido expuesta a cierto nivel de libertad y contacto con la naturaleza que me habilitó ser más salvaje que señorita.
El resto, me corresponde a mí. 
Tomar lo que quiero, descartar lo que no, incorporar todo (tanto) lo que me falta.
En eso estamos.

martes, 1 de julio de 2025

martes, 24 de junio de 2025

más allá de la fachada, lo real

Uso las medias más veces de las que debería.

No tiro los tubitos de papel higiénico cuando se terminan. Simplemente se acumulan sobre el bidet hasta que siento vergüenza de mi desidia.

En los bolsillos de mis camperas tengo siempre carilinas usadas.

Estornudo con fuerza y sonoramente.

Suelo tener los labios y la piel seca, el cuero cabelludo descamado (desde hace meses, esto último está cada vez peor).

No tengo un gran sentido de la moda. A veces, muy de vez en cuando, tengo ocurrencias que son más divertidas que elegantes.

Tengo muchas arrugas alrededor de los ojos y el culo bastante caído.

Mi eje al bailar es lábil. Depende en gran medida de mi estado de ánimo (mi estado de ánimo está frágil).

Babeo y ronco al dormir.

No lavo los platos al terminar de comer. 

Pierdo demasiado tiempo en redes que no me aportan nada.

Mi primera reacción es señalar las "fallas", las contradicciones, lo distinto. Aún cuando yo misma soy contradictoria y me siento distinta en muchos ámbitos. (En eso estoy, mejorando de a pequeños pasos)

No me adorno mucho ni soy tan femenina.

Me sulfuro rápido al hablar de feminismo con hombres.

Pienso demasiado al punto de enroscarme. Soy neurótica y obsesiva.

Transpiro irracionalmente y en exceso.

Soy demasiado autoconsciente.

Tengo muy poca disciplina y constancia para las cosas que requieren esfuerzo.

No guardo la ropa al toque que la saco del tender. 

Interrumpo mucho cuando me hablan y puedo ser soy muy terca.

Oculto mis inseguridades detrás de un unicornio facho defensivo, autoritario y de lengua filosa. Aunque ya estoy cansada y aburrida de ese personaje.

Yo también me acuesto con los pies sucios en la cama.

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Leerme tan etérea e ideal me hace pensar que hablas de otra persona. Quisiera que me recuerdes entera y real.

miércoles, 14 de mayo de 2025

Bailar

Aprender a controlar. 
    El cuerpo. 
        La ansiedad. 
            El automático.
Juntar las piernas. 
Pasar por el eje
    (Identificar el eje)
        ((Mantenerlo))
Apretar el suelo pélvico
    (Identificar el suelo pélvico)
Proyectar sin ir
    (pero con la intención de ir)
Pisar con la música
    (Escucharla)
        ((Sentirla))
 
Abrazar 
sin perder el eje
sin entregarle el peso al otro
sin hacer fuerza 
sin quebrar la cintura 
sin tensar el pecho, el cuello
sin perder la conexión con mis hombros

Escuchar a través del cuerpo, decodificar en movimiento 

Todo es disociación en este baile. Tren superior se proyecta hacia arriba, hombros hacia abajo, suelo pélvico hacia arriba, tren inferior hacia abajo. El equilibrio justo de aire y tierra.
El movimiento se produce en espiral, un dominó de movimientos encadenados.

Ahora sí, dejar de pensar. Al fin. Que toda esa carga mental se traduzca en pulso y no en pensamientos. Estar presente.

Si cierro los ojos siento mejor la música, escucho mejor las propuestas. Si los abro puedo cuidar la retaguardia y no perderme posibles adornos.
        (No sé adornar)
              ((Me interesa?))
Inventar un boton imaginario a la altura de la naciente del cuello y sostener ahí la mirada.
    (A vos te miraba la boca. El imán.)
        ((Lo que me interesaba no era tanto el baile sino abrazarte))
Saborear los movimientos lentos. 
Respirar las pausas.
Mantenerme a tierra sin perder la agilidad en los pasos rápidos.
Acomodar el abrazo.
Apoyarme en los puntos de contacto, propios, de mi compañerx.
Ser liviana.
    (Llevar esa liviandad a la vida)