A veces las alas sirven para protegerse
del viento
de la lluvia
del resto
Dan cobijo y uno piensa que podría pasarse días así,
escondido, disimulado
sin que nadie lo note
sin que uno mismo se note
Hasta que un día te das cuenta que eso
que en un principio te protegió
ahora se volvió una muralla,
una cárcel,
una traba
Y es díficil salir,
bajar la guardia
desprenderse de la armadura
dejarse tocar
permitirse sentir
Pero de a poco,
en ciertas ocasiones
con el viento justo
la música exacta
las estrellas alineadas
y un amigarse con uno mismo
es posible
soltar
saltar
ser más uno mismo
aunque ni uno mismo lo sepa
aún
jueves, 16 de julio de 2015
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