lunes, 29 de septiembre de 2025

Primavera

"El olfato evoca recuerdos más rápido que otros sentidos debido a su conexión directa con el sistema límbico del cerebro, que incluye la amígdala y el hipocampo, las áreas responsables de las emociones y la memoria. A diferencia de la vista o el oído, la información olfativa no pasa por el tálamo. Esta ruta neuronal más corta hace que los recuerdos desencadenados por olores sean más intensos, emocionales y rápidos."
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Volvía en bici, distraída y el aroma dulce de los paraísos en flor, algún cítrico florecido emanando aroma a azahar y jazmines, impregnaron el aire. Acto seguido me encontré llorando con tu recuerdo atravesado en la garganta.
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En mi memoria esa mezcla de aromas quedó asociada a nuestro reencuentro. Septiembre huele a volverse a permitir el amor, a deseo y disfrute. A calorcito, a una camisa con los primeros botones sueltos, a pedalear en pollera y agarrados de la mano. Huele a tu sonrisa, a tu cuerpo, a hundirme en tu espalda al dormir, a entrelazar las extremidades hasta posiciones imposibles. Huele a primeras veces, a todo en potencia, a condicional futuro.
La primavera me hace recordarte, recordar lo que sentía cuando te volví a encontrar. Es dulce y triste, todo al mismo tiempo.
Me pesan los ojos.
vuelco la taza de té sobre una gata y la computadora.
Miro el celular como quien abre una alacena buscando algo para calmar un hambre que en realidad no tiene.
Me pesan los ojos.
Tengo sueño, pero es más que eso.
Cuanto tiempo tarda en borrarse las marcas de una ausencia? Las palabras adquiridas, los objetos incorporados, regalados, apropiados. Vuelve esta frase de García Marquez: "los amputados sienten dolores, calambres, cosquillas, en la pierna que ya no tienen. Así se sentía ella sin él, sintiéndolo estar donde ya no estaba."
Me pesan los ojos.
Qué traicionera la memoria, los recuerdos buscan siempre traerme flashes donde la felicidad no tenía corset ni límite. No todo era así. No todo era así. Me lo repito como un mantra, hasta obligarme a recordar, hasta volver a creerlo cierto, hasta convencerme de que solo con el amor no alcanzaba. Que probamos, y no alcanzaba.
Tampoco era todo malo.
Qué karma esta dualidad geminiana con la que tengo que convivir.
Me pesan los ojos y no sé si estoy dejando pasar el tiempo o intentando hacer un duelo.