viernes, 16 de octubre de 2015

Éxito


Ser exitoso
Qué significa eso?
Ser famoso? Millonario? Gerente de una empresa? Tener mil amigos en facebook?
Cuando me fui de un trabajo con futuro asegurado en una multinacional me dijeron que nunca iba a lograr nada.
Me fui ganando menos plata, pero acercándome más a lo que mejor sé hacer: crear, proyectar. Me fui con un primer premio bajo el brazo, un pasaje a Barcelona y una ruptura con un novio.
Momentos bisagra.

Viajé por primera vez sola, sin depender de nadie, sin consensuar planes diarios, recorridos, sándwich o tiramos hasta la noche?
Pero también sin nadie con quien compartir momentos, divagues, silencios mirando un atardecer, el mar, las montañas. No hay un “te acordás esa vez que…!”, solo yo y mi memoria (y la pobre no tiene mucho espacio de almacenamiento). Y estuvo bien, todo eso, estuvo bien.

Pero vuelvo al principio, al “nunca vas a lograr nada”.
Qué significa eso?
Hace muchos años mi profesora de química me escribió en la camisa de egresados “las cosas se toman según de quien vienen”. Sabia la profesora Michetti.
La persona que me dijo que no iba a lograr nada era un gerente de muchos años, con una úlcera de hígado por tomar café de máquina y los dedos y dientes amarillos de fumar, cada 5 palabras 4 eran puteadas, vivía rezongando y con el ceño fruncido mirando una computadora. Pero eso le gustaba, todo eso, el combo, quizás no la úlcera, pero todo el resto sí. Era bueno en el fondo, tierno con su familia, pero duro con el resto.
Cuando me dijo que no iba a lograr nada, todo el mundo me vino a preguntar si estaba bien, pero la verdad es que yo me sentí feliz. Porque su "nada" era "todo" lo opuesto a lo que él había logrado.
Y yo quiero tener ese "todo", los pulmones limpios, los dientes y las manos blancas, el sol que me encandile los ojos, años y tiempo de mi vida para jugar con hijos, sobrinos, nietos, perros, tierra, arena, para jugar con todo. Y que las arrugas vengan con la sonrisa y no con el ceño, y las puteadas vengan con carcajadas y no con úlceras.

Me fui de ahi, volví al lápiz, conocí gente nueva, me perdí pensando que nunca había estado tan perdida, toqué fondo, hice piecito y ayudada por gente querida tomé envión. En mi viaje hacia la superficie conocí un amor, de repente tenía un fuera de borda que me impulsaba hacia arriba, el agua era aire, el fuego era agua, pero la tierra era tierra. Se me acabó el motor a medio camino, no solo eso, para colmo de males el motor entró en cortocircuito! El aguaire en el que viajaba transmitía la electricidad, así que me electrocuté, caí en picada, a veces con la rapidez de caer en el aire, a veces con la ingravidez de flotar hacia abajo, como cuando querés hacer la plancha y no podés (a mi me pasaba seguido, fue un antes y un después aprender a hacer la plancha). 
Caía. 
Pensando que el anterior “toqué fondo” era un chiste frente a éste, sintiendo que la tierra era tierra y que realmente me comía, me hundía en arenas movedizas. Si me muevo caigo más, así que mejor me quedo quieta, pensaba.
Frené todo, la mente, el corazón, los pulmones. Morí un poco, un rato. El alma salió del cuerpo, cansada de esa cáscara que la había arrastrado hasta ahí, asqueada, pensando que el amor no era para ella. Y en ese momento, otro momento bisagra, una bifurcación: Abandonarse, dejar el cuerpo atrapado en la tierra, o etéreo, sin alma, ladrillo hueco, piel sin sangre. O reencontrarse, amigarse, pelear, discutir, cantarse las cuarenta, dejarse de joder, llorar, quererse como uno es, aceptar que no somos invencibles y que no hay nada seguro, que la seguridad es, sí en este caso, una sensación y no una realidad.

Obviamente opté por lo segundo. Porque amo la vida, y amo al amor y amo esa cáscara que me hace sufrir y amar y esa alma que no me abandona y me da pelea.

Y de nuevo, momentos bisagras.

Qué significa ser exitoso?
Un amigo una vez me dijo que para él el éxito era tener una casa en Junín, con parque y una silla cómoda en una pérgola.
Aspira a poco?
Qué es poco y qué es mucho, cuando el exitómetro está adentro nuestro y nosotros somos artífices de nuestro destino?
El éxito es vivir como uno quiere vivir, caer, levantarse, aprender, y no renunciar a lo que realmente creemos y queremos. Yo quiero amor, porque sin amor no hay nada. Entonces empiezo por amarme a mí misma, a creerme digna del amor, a dulcificar mi cuerpo y alma, a agradecer por todo lo que me pasó, porque me hacen dar cuenta de que estoy viva, de que el corazón late, se para, late de nuevo y que los cortes duelen, y la sangre es roja y es un universo en sí mismo, y solo depende de nosotros ver, aprender e imaginar lo que pasa alrededor. El éxito es estar vivo y ser nosotros mismos.

Y ser nosotros mismos es otro capítulo. Porque hace falta coraje para ser uno mismo. Y hay que ser valiente para hacerse cargo de lo que uno desea.  

Mi tío me dijo que nunca pierda mi espíritu aventurero, un amigo que nunca pierda la capacidad de asombro, mi viejo que nunca deje de ser fiel a mí misma, y mi mamá que sea feliz. 

Así que, a por ello! A escribir otro capítulo, que no es el más importante, sino uno más, una historia nueva para contar, otras personas de quiénes aprender, otros paisajes que absorver, nuevas definiciones de éxito.








No hay comentarios: