martes, 8 de julio de 2025

Cerro Lopez

 


Tengo 4 años, estamos en Bariloche con mi familia.
Ese día subimos al cerro lopez caminando, mi papa aclara que fueron 12 kms de ida y 12 de vuelta. Sospecho que esos números no están correctos, pero me gusta que aún sabiendo ese dato se hayan mandado a hacerlo a pie con un nene de 6 y una de 4.
En el video no lo dice pero recuerdo que dejamos una bolsa con cerezas atrapada con una piedra en el arroyo lopez, al inicio de la caminata, y cuando bajamos las fuimos comiendo en el auto. Un auto hecho pelota, antiquisimo. Un auto sin cinturones de seguridad, ni aire acondicionado, ni tanto chiche como hay ahora. La camara de filmar, la lancha y el auto son objetos que marcaron mi infancia y si pienso en mi viejo, lo pienso comandando alguno de esos tres objetos.
Se pasó infinitas horas detrás del lente, registrando nimiedades cotidianas (una medalla que le dieron a mi hermano en primer grado, mi mamá cocinando canelones), las miles de vacaciones y escapadas, como así también reuniones familiares que me vuelven a traer la voz de mis abuelos y me destruyen de felicidad y nostalgia. Mi abuela Fefa cantando en gallego el fin de año del 2000, mi abuelo Carlos antes del Alzheimer, la abuela Nelia con su risa estruendosa y el abuelo Osvaldo contando alguna de sus miles de anecdotas.
Quizás de ahi me venga lo de documentar. La necesidad de trascender lo que la memoria alcanza o elige conservar.
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Mi papá me pregunta si me gustó subir la montaña, y yo respondo que sí mientras sonrío y demuestro un exceso de energía para mi edad y el esfuerzo que me debe haber llevado.
Qué suerte por las veces que mis viejos no fueron tan conscientes. Por las trepadas a los árboles, los nados en los ríos y el mar bravo, los paseos en el capot o el baúl del auto, los "vayan a investigar". Fui excesivamente sobreprotegida, en especial por ser la menor y mujer, pero también muy afortunada de haber sido expuesta a cierto nivel de libertad y contacto con la naturaleza que me habilitó ser más salvaje que señorita.
El resto, me corresponde a mí. 
Tomar lo que quiero, descartar lo que no, incorporar todo (tanto) lo que me falta.
En eso estamos.

martes, 1 de julio de 2025